“Los navegantes de Cristóbal Colón se entretenían al jugar cartas durante el trayecto del viaje y de igual manera, los pasajeros que viajaron de Europa a las Indias eran jugadores apasionados que se valían de los naipes para matar las largas horas que la nao recorría hasta llegar a su destino…”
Ma. Isabel Grañen Porrúa. “Hermes y Moctezuma, un Taror mexicano del siglo XVI”
Existen diferentes versiones acerca del origen de los naipes, según se plantea pudieron haber surgido en China, siendo aquella nación la creadora del papel y la imprenta. Otras versiones sugieren que vinieron de Oriente y fueron introducidos a Europa por los árabes, o los gitanos. Incluso existe la teoría de que un personaje español llamado “Nicolao Pepin” hubiera sido su autor y su acrónimo N.P. derivara en naipe. Lo cierto es que el primer registro de su existencia se da en el año de 1371, pues aparece la palabra “naip” en el “Diccionario de la Rima” del poeta catalán Jaume March, con el sentido actual de la palabra naipe.
Sea cual sea su origen, desde finales del siglo XIV, el naipe pasó a ser un artículo sumamente popular en toda Europa, tanto, que los diferentes países lo adoptaron y fueron modificándolos con símbolos particulares de su cultura, generando tantas versiones que hoy día pueden encontrarse variantes francesas, italianas, alemanas, españolas, inglesas, suizas y portuguesas. Todas éstas partieron de una forma básica, es decir la división de cuatro palos compuestos por tres figuras y nueve cartas numerales, lo que representa 48 naipes por mazo que, según las circunstancias, pueden ampliarse a 52 ó 56 ó reducirse a 40.
No existe un juego más popular que los naipes, mismo que conjuga inteligencia, estrategia y suerte. Por tales virtudes se cree fue concebido a partir del ajedrez y los dados y sus versiones más populares son la española y la inglesa.
Baraja Española






La baraja española consta de 40 naipes, repartidos en cuatro palos: oros, copas, espadas y bastos. Está numerada del 1 (as) al 7, siendo las figuras el 10 (sota), el 11 (caballo) y el 12 (rey). Una peculiaridad de la baraja española consiste en que es la única en la que no aparece la figura de la reina y representa los cuatro estratos que componían la sociedad en la Edad Media: la nobleza, el clero, la caballería y el grupo de los artesanos y campesinos.
Desde el siglo XVIII, los caballos de copas y oros suelen mirar hacia la izquierda, mientras que los de bastos y espadas lo hacen hacia la derecha.
En cuanto a la curiosa sota, se trata de un paje de pie y simboliza al criado o mensajero. Los colores de las mallas, inicialmente todas rojas, y de las túnicas, así como la posición de sus piernas y la colocación del motivo del palo, varían según los palos y la inventiva de los autores del diseño.
Las pintas
Una diferencia de esta baraja con respecto a otras es la utilización de pintas, llamadas así a las líneas discontinuas de la parte superior e inferior que encierran a cada figura del naipe. Existe registro de su uso desde el siglo XVI. Fueron pensadas para eliminar el riesgo de los mirones, pues ya no era necesario desplegar el juego para reconocer cuál carta se tenía. El palo de oros no tiene pintas; el de copas tiene una; el de espadas dos y tres, el de bastos.
También sirve para indicar la jerarquía de valor entre ellos, así como el orden: oros, copas, espadas y bastos.
Baraja Inglesa






La baraja inglesa es una derivación de la baraja francesa, por lo que al igual que ésta consta de 52 cartas que se agrupan en cuatro palos de 13 cartas cada uno: corazones (hearts), picas (spades), diamantes (diamonds) y tréboles (clubs). Picas y tréboles son palos negros, mientras que corazones y diamantes son palos rojos.
Los nombres de los palos rojos guardan una evidente relación con los signos que los representan. También existe una correspondencia entre los nombres castellanos e ingleses de estos palos. Sin embargo, resulta sorprendente que los nombres ingleses de los palos negros: el trébol se llama club (palo) y no “clover” o “trefoil”, y la pica, representada por una hoja lanceolada, se llama spade y no “pike” o “lance”. Siendo esta coincidencia una reminiscencia del origen compartido que tienen las dos versiones. Como en la baraja francesa, las 13 cartas de cada palo están formadas por 9 cartas numerales (del 2 al 9) y 4 cartas literales: el as (A), la jota o jack (J, similar a la sota), la reina o queen (Q) y el rey o king (K).
El nombre «as» (en inglés ace) que designa a la carta de cada palo con un sólo símbolo proviene del latín “as” y del griego “heis”, ambos se refieren a la unidad (algo indivisible). Debería por ello ser la carta inferior de la baraja, sin embargo, en la mayoría de juegos, es la carta superior. No se conoce el origen de esta transposición de valores, que algunos atribuyen a los cambios ocurridos durante la guerra de independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, cuando el pueblo en ambos países se rebeló contra sus respectivos soberanos. Sea correcta o no esta explicación, lo cierto es que se tienen registros de que en varios juegos el as tenía un valor de carta superior antes de producirse estos acontecimientos históricos.
Los dibujos de las figuras de la baraja inglesa derivan del modelo francés llamado «de Rouen». En 1628, durante el reinado de Carlos I, se prohibió la importación de todo tipo de naipes para favorecer la fabricación nacional. De esta prohibición y de la menor habilidad de los grabadores ingleses en comparación con los alemanes y los franceses derivan las actuales figuras de la baraja inglesa, que presentan rasgos más abstractos y simplificados. La expansión del imperio británico por todo el planeta convirtió la baraja inglesa en el modelo estándar de las cartas de juego.
Y por añadidura bajo la tutela de los Estados Unidos, en México la conocemos como “americana”
Peculiaridades
La carta extra o comodín se conoce con el nombre de “Joker”. su nombre significa guasón, bromista, burlón. Tradicionalmente se representaba como el bufón de la corte real o como un arlequín, pero no necesariamente son estas figuras las que decoran esta carta comodín. Estos comodines o tarjetas adicionales se introdujeron por primera vez en las barajas inglesas alrededor de 1863. Su posición en el juego siempre es extremista pues puede dar un giro de suerte en positivo o completamente negativo dependiendo del tipo de juego. Por lo general se incorporan de dos a cuatro jokers por mazo.


Durante el reinado de Carlos I se estableció la obligación de imprimir un sello del impuesto en el as de picas, en el que también debía figurar la marca de aquél que lo fabricara, se volvió indispensable pues no salía al mercado ningún mazo que no tuviera este sello, que significaba que había pagado su impuesto. Así se hizo una tradición decorar de diferente manera esta carta como firma del fabricante.

Los juegos con barajas más conocidos son:
Bacará, Blackjack o veintiuno, Bridge, Brisca, Canasta, Continental, Rummy, Mus, Póker, Siete y medio, Solitario, Tresillo, Paco y Tute.
